A Gilda, Irma, Eglée y Magaly Gómez Pietrini en Caripe (Venezuela)
Cuatro son las hermanas. Yo las recuerdo ahora
que diciembre se aleja.
Oyendo hablar a una sentí pasar un río,
una corriente diáfana, con sauces a la orilla.
Otra cuidaba flores en el jardín, iguales
a su silencio transparente.
Sonreía otra hermana y era todo su cuerpo
como un barco de brisa.
Y la otra ¿aún enciende cuando mueve las manos
una luz de perfume en el naranjo?
La Navidad pasaba junto a mis pies, rodando
como una piedra blanca.
Desprendida, cayendo.
Me dolían palabras y sueños destruidos,
ausencia, cosas que se iban.
Pero las cuatro hermanas me miraban sonriendo
y en el jardín había margaritas y orquídeas.
Detenida, en mis manos, la piedra blanca sueña.
En ella escribo el nombre de aquel pueblo
de mi primera Navidad sin casa.
Piedra blanca del verso.