Búscame en todo cuando esté lejana.
Me hallarás en tu voz y en tu mirada,
me hallarás en la sombra de tus pasos,
en el sonido fiel de la campana
y en la caricia musical del aire.
En los fulgores de la luz que llega
y despierta el color en el paisaje,
en el perfume que la tierra invade
cuando viene creciendo la mañana.
Mira a tu alrededor, mira los árboles
y la lluvia en las rosas, mira el agua,
oye venir mi voz por el camino
que se tiende a la tarde, como un brazo.
Estaré allí, perdida entre tu mano,
forma de amor sin tiempo ni distancia.
Me llevarás en ti calladamente,
sin nombre ya, ni olvido, ni esperanza.