Ya sin ti mi camino, sin tu voz mi recuerdo.
El eco de tu nombre se ha perdido en el viento.
Estaban en tus manos la espiga y el lucero.
Fue la muerte en el campo y en los ojos la niebla.
Mi corazón sin mástiles, desgarradas las velas,
y tu sueño, a la orilla de una isla sin puertos.
La barca sumergida y en el aire la estrella.