1897-1967
Magritte
vivió en esta calle.
Aquí vuelan
pájaros de piedra
y las nubes
descansan
en la hierba.
Llamas de música
incendian los techos.
Magritte vivió aquí
en Bruselas
con su amor,
su caballete
y su perro.
Como era tan feliz
no quiso cumplir
setenta años.
Y decidió pintar
la imagen surrealista
de la muerte.