En la Casa Azul de Coyoacán
están los zapatos gigantescos
de Diego Rivera.
Hay montones de faldas,
collares, cintas,
los terribles corsés metálicos
y Fridas, muchas Fridas
que no necesitan de los pies
para bailar en el aire.
Esta noche
hay fiesta en la Casa Azul.
En otra casa
de una calle cercana
una sombra delgada
se asoma a la ventana.
Es alguien
que cuando estaba vivo
conmovía las montañas.
Se llamaba León Trotsky
y dicen que la amaba…
¡Frida, feliz cumpleaños!